¡Ay nanita, ahí vienen los tuiteros…corran!

Por Íñigo Zurdo

COLUMNA QUIÓBOLE. UUUUy pos que delicados nos han salido algunos periodistas mexicanos, los “líderes de opinión” de nuestros medios nacionales. Las manifestaciones espontáneas de algunos estudiantes de diversas instituciones criticando la labor mediática y las expresiones críticas que les hacen –algunas bieeennnn cruuuudas- a través de las redes sociales, les han provocado urticaria y oooootra vez ya se dicen víctimas de “linchamientos” y se creen perseguidos por ser defensores de la “libertad de expresión”.

Y es que luego de las manifestaciones anti peñanietistas de la última semana, los medios electrónicos y sus comunicadores más reconocidos, han sido objeto de duros comentarios. No ha faltado el esprit du corps de los comunicadores, algunos de ellos se tiran al piso y aúllan clamando por la “libertad de prensa”, por la “persecución” de que se dicen objeto, pidiendo “protección” porque se sienten acosados y presionados, principalmente por las “temibles” redes sociales y sus implacables y mal hablados “trolls”…

Pero que no ma…nchen… En lugar de tomar nota sobre las críticas que les espetan los jóvenes, de hacer una autocrítica de los excesos en los que a veces caen cuando se erigen como “líderes de opinión”. Pero no, se ponen como plañideras a vociferar sus temores y se espantan del lenguaje vulgar y soez que se utiliza en las redes sociales…

Apenas se dieron cuenta de eso que es ya común y corriente en las redes sociales… es lo malo de que cualquier sonso se pueda hacer de una cuenta de twiter, se hace seguidor de medio mundo (y claro, medio mundo -medios incluidos-, se hacen amigos de aquel) y escondido en el anonimato se pone a lanzar insultos a diestra y siniestra. Eso se ha visto en twiter y facebook desde el principio… hasta ahora se dan cuenta.

Pero eso sí, cuando empezó la moda del twiter, todos estos “comunicadores” no perdían oportunidad de promoverse, para hacerse de miles de followers. Pobrecitos, pensaban que los seguían por chulos e inteligentes… Pero no.

Hay que reconocer que muchos twiteros ahora hacen a través de sus compus y gadgets, lo que antes hacían con lápices en los escusados de sus escuelas, escribir puras bajezas y pen…tontadas, pero es lo negativo de las famosas redes sociales.

Y no han faltado los advenedizos “periodistas” que al igual que algunos políticos, no se ponen el saco de estas críticas y se quieren montar en este movimiento hostil hacia la mass media nacional, para dirigir su “fuego amigo” contra otras ofertas informativas y otros comunicadores (ahí sí, sin esprit du corps), para hacerles criticas por monopólicas, por parciales, por tendenciosas, por gobiernistas, etcétera… Escurren al bulto pues.

Total que todas las críticas que estos jóvenes lanzan contra mucha de la oferta mediática nacional o es recibida como agresión a la “libertad de expresión”, o se quiere aprovechar para desviarla hacia los medios y comunicadores de la “competencia”.

Mejor harían tomando nota de lo que dicen estos jóvenes, aunque lo digan a lo güey, son síntomas de que la oferta informativa en México no está dejando satisfechos a muchos… No todo es chunga y tangas (¡óyelo Brozo!), no todos se tragan todo lo que se dice y cómo se dice… La gente ya está consciente de que ni los partidos políticos, ni los medios informativos están a la altura de esta sociedad que está creciendo…

En lugar de andar chillando y haciéndose el loco… mejor tomen nota…

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Editorial: pueblaopina.com, un año

Staff pueblaopina.com

Puebla Opina nació hace un año, en la coyuntura preelectoral de la entidad. Surgió con la clara y expresa idea de apostar por la alternancia ante el alud que la “prensa vendida” poblana lanzaba sin recato alguno para favorecer al aspirante priista, Javier López Zavala. Y aunque en algunos espacios radiofónicos, en la tv (con Televisa de lado de la continuidad y TV Azteca con más pluralidad)  y en otras tantas páginas web (destacadamente e-consulta), se ofrecía cierto equilibrio informativo, la prensa en pleno mostraba de manera obscena su clara inclinación a favor del proyecto marinista.

Esto ocasionó que Puebla Opina, tanto en su versión web como en los tres números impresos que lanzó entre abril y junio, apostara por ofrecer con claridad y sin ocultamientos, una perspectiva contraria a lo que los demás medios de comunicación ofertaban. Mientras todos auguraban holgadas y contundentes victorias marinistas, nosotros avistábamos tiempos de cambio.

Lo dijimos con claridad en nuestro código ético: se trataba de una propuesta informativa que contrastara y enfrentara la clara inclinación mediática a favor de Mario Marín y su candidato.

Y así lo hicimos, porque al ser este un espacio básicamente de opinión, nos dimos el derecho a externan nuestros puntos de vista que apostaban por la llegada de nuevas propuestas que refrescaran y le dieran nuevos aires al anquilosado sistema político poblano.

Sin embargo, hay que reconocerlo hoy son otros y nuevos tiempos.

Puebla opina regresa para seguir externando sus puntos de vista. Hoy el panorama mediático es muy distinto del de hace un año. Ya no hay esa unanimidad sospechosa a favor del gobernante en turno. Ya hay muchas voces que desde diversos ángulos lo mismo alaban, que critican a los nuevos gobiernos (municipales y del estado).

Los reacomodos mediáticos como era de esperarse se están dando. La llegada del proyecto de Rafael Moreno Valle Rosas al gobierno del estado, provoca y lo seguirá haciendo, cambios y ajustes en líneas editoriales, renovaciones de propuestas, alineamientos y reajustes de estrategias en las agendas informativas. Era lógico que esto pasara.

Puebla Opina surge no para confrontar el poder político con sus ciudadanos, sino para ayudar a que estén en contacto permanente y que se oigan unos y otros. Nosotros no vemos al Estado como el “enemigo a vencer”, pretendiendo ser la “voz del pueblo”.

Nuestra propuesta es menos pretenciosa. Sólo queremos ser una voz CRÍTICA. En el más amplio y verdadero sentido de la palabra CRÍTICA. Es decir, no solo censurar y destacar lo negativo de este u otro gobierno, sino ponderar los bueno y lo malo de una gestión pública, lo bueno y lo malo de las causas ciudadanas y de los movimientos sociales de cualquier signo, lo bueno y lo malo que hacen los medios de comunicación al hacer su labor, lo positivo y lo negativo del actuar de las autoridades.

No nos adjudicamos ninguna representación ciudadana o social. Sólo nos tomamos el derecho a ejercer nuestra tarea como ciudadanos de opinar de las cuestiones públicas, siempre dentro del marco de la ley, del respeto a los derechos humanos y en el marco de un código de ética que en manos de los lectores y los ciudadanos, nos irán dando la pauta hacía donde debemos ir.

 

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