Parece que el dividido PRI nacional, tiene un buen motivo para mantenerse unido. Pero este no es para hacer que el país mejore en temas nodales como la generación de empleo, la educación, la recaudación fiscal, sino más bien parece que lo que quieren es impedir que la recuperación llegue antes del 2012.
Y es que no puede haber otra explicación para entender como es que hayan dejado prácticamente todos los temas centrales en materia de legislación en la lista de espera y que son de suyo urgentes para el país.
Cuestiones fundamentales como la Reforma Laboral, la Reforma Política, la Reforma en las Telecomunicaciones, entre otras, simplemente fueron atoradas por los Diputados, principalmente por los priistas.
¿Será que están interesados en no dar pasos positivos en materia económica, para que la tan ansiada recuperación económica no llegue? No sea que se recupera el empleo y se retome la estabilidad en precios antes de las elecciones del 2012 y esto ponga en peligro el casi seguro triunfo que vienen cantando desde hace meses.
¿Será posible que estos intereses tan mezquinos y nada patrióticos, motiven este comportamiento del priismo nacional?
Yo no creo. Detener los necesarios cambios en materias fundamentales que ayuden a mejorar la calidad de vida de los mexicanos, que mejoren las expectativas de nuestro futuro, es de alguna manera dejar un terreno peligroso y adverso a una futura administración federal, que muy bien puede ser de corte priista.
¿En qué le puede ayudar al próximo presidente de la república tener un país que siga sumido en el atraso y la mediocridad?
¿Será que quieren convertirse en los héroes de la patria y buscan que la recuperación sea en su futuro sexenio, para alzarse con el mérito y presumir que ellos ‘si saben gobernar’?
Francamente si esas son las cuentas que están haciendo, yo creo que la ciudadanía se va a dar cuenta y se arriesgan a que la popularidad de su casi seguro candidato –Enrique Peña Nieto– decrezca y sobre todo, que al dejar que el país artificialmente prolongue su crisis, pueda dañar de manera irreversible algunos sectores a los que les urgen los cambios para poder insertarse en esta economía global cada vez más exigente.
Es decir van a gobernar un país aún sumido en el atraso y el rezago global que hoy padecemos. ¿Eso es lo que quieren?
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