Qué entre la inmensa mayoría de los medios de comunicación poblanos se empezará a dar por hecho la victoria priista para las próximas elecciones para gobernador, ya era un síntoma de que algo estaba mal.
Y es que tanta unanimidad a estas alturas de la complejidad democrática, en la era de las nuevas tecnologías en las comunicaciones, de la inevitable pluralidad política, es por necesidad sospechosa.
En los últimos meses hemos sido testigos de una de las operaciones mediáticas más impresionantes para ir formando entre los ciudadanos de Puebla la idea de que era inevitable el triunfo de Javier López Zavala, el candidato que el actual gobernador del estado, preparó y apoyó, con el fin de que heredara el cargo.
La gran mayoría de medios impresos –tal vez sólo con la excepción del diario ‘Cambio’- han venido construyendo la idea de la necesidad y hasta la inevitabilidad del triunfo zavalista.
La radio y la televisión no se diferenció mucho, igualmente con contadas excepciones, todo era PRI, Marín y Zavala. Por ahí había una voz discordante que medio hablaba de la competencia electoral, pero era enmudecida por la unanimidad priista.
En la web fue donde se empezó un manejo más equilibrado y plural de la información y la opinión en torno al tema de las elecciones del próximo julio. Voces que poco a poco han ido equilibrando esa unanimidad sospechosa que tantas plumas en diversos medios de comunicación festinaban, antes de tiempo.
Y es que es imposible hoy en día, querer mantener bajo control a todos los medios y a sus opinadores. Con la red de Internet y su cada vez más influyente presencia entre amplios sectores de votantes, era inevitable que ese acuerdo Marín-medios pudiera dar los frutos que el priismo local esperaba.
Hoy ya hay encuestas que empiezan a mostrar que la abismal diferencia que el tricolor presumía y el ‘carro completo’ con el que López Zavala y sus ‘zavalistas’ querían impresionar a la oposición y a la ciudadanía, se está cayendo.
Sería un exceso igual de absurdo decir también hoy que Rafael Moreno Valle va a ser seguro ganador, como lo fue el festinar antes que López Zavala ya era casi gobernador.
Lo que hoy tenemos claro es que la contienda apenas empezó y falta mucho por ver, oír y comentar.
Y los tiempos de cambio pueden arrancar el 4 de julio. (pueblaopina.com)